En las últimas décadas México ha logrado desarrollar industrias de alto valor agregado, colocándose entre los primeros países en la fabricación de autobuses, vehículos de pasajeros, dispositivos médicos, alimentos procesados e insumos para la industria aeroespacial, por mencionar algunos ejemplos. Por otro lado, México se encuentra dentro de los principales países receptores de inversión extranjera directa (IED).
Estos logros han sido posible gracias a las fortalezas de la industria establecida en el país, así como por las ventajas competitivas de México, destacando los tratados de libre comercio como el T-MEC (tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, antes TLCAN). Lo anterior, a pesar de los desafíos de un mundo multipolar, con nuevos países protagonistas entre los que destaca China, con nuevas reglas del juego.
Si bien, los costos, la disponibilidad de mano de obra, la conectividad, la infraestructura y el acceso a mercados siguen siendo factores determinantes en la competitividad de cualquier país, hoy el factor de riesgo tiene más relevancia en la toma de decisiones de las empresas globales, y también en el diseño de las políticas públicas en los gobiernos.
Y es que el riesgo se manifiesta no sólo en la proveeduría a larga distancia, como el mundo lo experimentó a consecuencia de la pandemia, con el rompimiento de las cadenas globales de suministro. Además, los gobiernos enfrentan nuevos riesgos ante las crisis migratorias y también como resultado de las nuevas formas de operar del crimen organizado a nivel global. La tecnología, los nuevos patrones de consumo y la inmediatez en las comunicaciones, a la par de la pobreza, los conflictos regionales y los disturbios políticos, son parte de las nuevas tendencias que debemos considerar en la mitigación de riesgos.
En este contexto, las aduanas juegan un papel decisivo en el ambiente de negocios de cualquier país, principalmente porque son las responsables de vigilar el cruce de mercancías en las fronteras. Una gestión aduanera rápida y eficaz contribuye a la participación exitosa de las empresas en los mercados internacionales.
Aun cuando la facilitación aduanera es un pilar importante en cualquier aduana, también lo es el cuidado de la seguridad nacional, más ahora con las nuevas formas de operar del crimen organizado, así como la recaudación y el cumplimiento de la normatividad. Todo ello en su conjunto contribuye a impulsar el comercio exterior para seguir posicionando a México como protagonista en el ámbito internacional.
No obstante, para que esto sea posible, las aduanas deben coordinarse con todos los actores involucrados en las cadenas de suministro, ya que no todos los problemas comerciales que se suscitan en las fronteras son atribuibles a la autoridad aduanera. En cualquier país del mundo el funcionamiento de las aduanas debe tratarse en forma sistémica, bajo una coordinación armonizada entre los actores involucrados, a efecto de lograr que todos los procedimientos funcionen de manera correcta y transparente.
En México, la ANAM (Agencia Nacional de Aduanas de México) participa en el Comité Nacional de Facilitación del Comercio presidido por la Secretaría de Economía, ya que una de sus atribuciones es participar en la negociación de los tratados internacionales en materia aduanera, además de vigilar y asegurar el cumplimiento de las disposiciones aduaneras relacionadas con la entrada o salida de mercancías del territorio nacional.
Y es que la facilitación comercial y aduanera va de la mano con la inversión extranjera directa. Si en México queremos aprovechar al máximo el fenómeno del reshoring en beneficio del desarrollo económico nacional, es indispensable brindar servicios aduaneros eficientes, para todas las empresas que participan en las cadenas globales de suministro.
Actualmente la ANAM soporta alrededor de 1.7 millones de operaciones mensuales entre importaciones y exportaciones, equivalente a 20 millones de operaciones al año, brindando apoyo a más de 85 mil importadores y más de 800 agentes aduanales. Por otro lado, a nivel nacional las aduanas cuentan con 402 carriles de carga automatizados y en operación, es decir, el 83.5% de un total de 481. Por ahora, 41 de las 50 aduanas que operan en todo el país están automatizadas. No obstante, para el 2024 se espera que todas las aduanas cuenten con estas capacidades.
El mensaje es claro. Las aduanas contribuyen con acciones claras en la competitividad del país, lo cual a su vez permite que México se mantenga como líder en las exportaciones a nivel mundial, y como un país confiable y relevante con todos nuestros socios comerciales.
1De acuerdo con el más reciente informe mundial de inversión de la UNCTAD (Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo), y de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
2Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor el 01 de enero de 1994 hasta el 31 de diciembre de 2019, al ser sustituido por el T-MEC como nueva versión actualizada.