El 1º de marzo entró en vigor la Ley de Economía Circular en la Ciudad de México, aprobada por unanimidad por el Congreso local, al respecto, Revista ANFAD Digital conversó con Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México (CDMX), quien mostró su satisfacción porque la aprobación de esta nueva ley es el resultado de un trabajo conjunto entre el Congreso, la Sedema y la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), junto con otras dependencias del gobierno capitalino.

La funcionaria puntualizó que a nivel internacional el propósito de la circularidad consiste en extender la mayor cantidad de tiempo la vida útil de los materiales y los productos, generando la menor cantidad de afectaciones al medio ambiente y buscando los mayores beneficios sociales.

Agregó que la Ley de Economía Circular plantea la transición hacia un modelo circular y sustentable que contempla todas las etapas del ciclo de vida de los productos y servicios, generando diseños y esquemas que disminuyan los impactos ambientales. Refirió que hay una serie de principios que se traducen en lógica de circularidad y que pueden dar resultados importantes, como por ejemplo hacer más eficiente el uso de los recursos naturales a nivel de negocio y por lo tanto lograr una disminución de costos al tiempo que se reduce la huella ecológica que dejamos en el esquema de producción y consumo lineal que tenemos actualmente.
Marina Robles García consideró relevante el impulso de nuevos modelos de negocio basados en el encadenamiento productivo, es decir, la coordinación entre empresas y negocios para aprovechar al máximo los bienes y materiales, tales como la minería urbana y el fomento a negocios basados en la venta de servicios y no sólo de productos. “Básicamente se requiere de una coordinación que permita una comunicación más estrecha entre los distintos actores del mundo de los negocios, de tal manera que aquello que es un bien ya no útil para unos, sea un bien útil para otros y eso tiene implicaciones en términos del diseño del producto y del uso de los materiales”.
Otro punto importante en la ley es el derecho a la reparación, sobre este tema indicó que en el mundo en general lo desechable se convirtió en lógica de producción y de consumo, es decir, se generó la idea de que es mucho más barato comprar un nuevo aparato que reparar el anterior, al respecto la titular de Sedema expresó que este derecho es uno de los compromisos fundamentales que se deben recuperar como sociedad y como humanidad, para aprovechar mejor los recursos naturales y construir futuro, compartió que en Europa están teniendo un avance interesante en este sentido.

Informó que en conjunto con otras secretarías, como la Sedeco, están elaborando el reglamento y programa de economía circular, con el propósito de dejar claras las responsabilidades de los distintos sectores que están involucrados, incluyendo a la iniciativa privada. Asimismo, mencionó que se diseñarán los criterios que van a definir el distintivo de circularidad.
A tres meses de haberse publicado la Ley de Economía Circular en la CDMX, dijo que ya están terminadas las revisiones tanto del reglamento como del programa de economía circular de la ciudad y que su compromiso con representantes de las cámaras empresariales e industriales fue tener una reunión de trabajo y revisar juntos dicho planteamiento.
Marina Robles aseveró que es una gran oportunidad la que se tiene con el trabajo de circularidad e identificó dos rutas importantes: el encadenamiento productivo como un asunto de coordinación entre empresas y negocios para aprovechar al máximo los bienes y materiales y el trabajo en conjunto con el sector empresarial, “me parece que hay posibilidad para mantener el valor de esta línea de negocios contribuyendo de manera importante a la circularidad para abrirnos paso a la sustentabilidad y a la vida en el mundo”, concluyó.