El 2022 fue un año positivo para el total de la industria nacional ya que su volumen físico de producción creció 3.2% respecto al año anterior. Esta evolución es producto de que la minería avanzó 0.2%; electricidad, gas y agua creció 3.6%, la construcción aumentó 0.3%; mientras que las manufacturas tuvieron el mejor desempeño con un avance de 5.2%. No obstante lo anterior, en el agregado de todo el 2022, el nivel de producción del total de la industria nacional se encontraba todavía 1.3% por debajo del nivel que se tenía en 2019. En este sentido, en el comparativo de 2019 a 2022 la minería ya había superado su nivel prepandemia; las actividades de electricidad, gas y agua aún se encontraban 19.7% por debajo; la construcción estaba 10.3% abajo; mientras que las manufacturas se situaban 3.8% por arriba.
Índice de Volumen Físico de la Actividad Industrial (Base 2013 = 100) y su crecimiento % 2021-2022 y 2019-2022
En cuanto a la evolución del volumen físico de la producción industrial en el primer trimestre de 2023, vemos que ésta presenta un incremento anual de 2.5%, producto del aumento de todos sus componentes. La minería creció 1.7%; la electricidad, gas y agua aumentaron 4.3%; la construcción subió 2.1%; mientras que las manufacturas aumentaron 2.7 por ciento.
Los datos del crecimiento anual en el primer trimestre de 2023 denotan que para la actividad industrial total se está dando una desaceleración respecto al desempeño de 2022, lo cual se debe a la menor tasa de crecimiento de las manufacturas, aunque hay que destacar que las otras tres actividades industriales sí aceleraron su tasa de crecimiento anual.
En cuanto al desempeño anual de las diferentes actividades manufactureras en el primer trimestre de 2023, vemos un comportamiento heterogéneo, ya que de las 21 actividades existentes, 13 reportan expansión y 8 contracción. A continuación se presenta la evolución de cada una de ellas y su tasa de crecimiento anual.
Crecimiento % anual del Índice de Volumen Físico de Actividad Industrial de las ramas manufactureras en el primer trimestre de 2023
Los datos muestran que es evidente la desaceleración manufacturera de México y esto se debe en gran medida a que también se ha visto reducida la dinámica del comercio exterior mexicano, como veremos a continuación.
En 2022 el valor de las exportaciones creció a una tasa anual de 16.7%, mientras que el de las importaciones subió 19.6%. Con esto se alcanzaron cifras récord del comercio exterior mexicano, ya que las exportaciones totalizaron 577.7 miles de millones de dólares (mmdd), mientras que el valor de las importaciones ascendió a 604 mmdd.
Sin embargo, en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2023 la tasa anual de crecimiento de las exportaciones disminuyó a 4.2%, mientras que el de las importaciones a 3.9%. Desde luego que esta desaceleración obedece a un menor ritmo de crecimiento por parte de nuestro principal socio comercial: Estados Unidos.
Dado todo lo anterior, es importante implementar políticas públicas que fortalezcan el mercado interno y en ese sentido está la magnífica oportunidad de atracción de inversión extranjera por la estrategia de relocalización que han emprendido diversas empresas que buscan salir de China, ante el conflicto comercial y político que mantiene con Estados Unidos y porque muchas empresas se han dado cuenta de la necesidad de acortar la distancia de sus cadenas de valor.
Desafortunadamente México no ha capitalizado todas las oportunidades y nos encontramos en la posición 15 en cuanto a atracción de inversiones por nearshoring, mientras que Vietnam ocupa la primera posición. Para ser más competitivos, México debe resolver diferentes temas, tales como la generación de energía eléctrica suficiente y que al menos un porcentaje creciente de ésta provenga de fuentes renovables. De igual manera se deben resolver los problemas de inseguridad, sobre todo en carreteras y se debe respetar el Estado de derecho para dar certidumbre a las inversiones.
Otras asignaturas pendientes para capitalizar el nearshoring y fortalecer el mercado interno son: desarrollar infraestructura, en especial la hidráulica; desarrollar las competencias de la población ocupada y brindar incentivos para que más personas se incorporen al mercado laboral; así como implementar una política industrial moderna en la que el Estado tenga una hoja de ruta de las acciones que se deben llevar a cabo en los próximos años.
La actividad industrial de México es muy importante, nuestro país es una potencia mundial en ese sentido. Ahora que atravesamos por una coyuntura de debilidad, aprovechemos las oportunidades y potenciemos la producción y empleo. La ventana de tiempo para hacerlo es corta y ésta es una de esas oportunidades que se presentan una sola vez en la vida.